Marruecos y Argelia compran el trigo a Francia, principal productor de cereales de la Unión Europea. Túnez, Libia, Egipto, Líbano, Sudán, Mauritania y Senegal dependen de las exportaciones de Ucrania y también de Rusia. Turquía importa casi el 70% del trigo de Rusia. Es conveniente empezar a desplegar el atlas de los cereales para entender cómo funcionará el mundo dentro de un año.
El pan que dentro de doce meses se comerá en los barrios más pobres de Casablanca y Argel está asegurado por la tranquilidad de Francia, que ha vuelto a elegir a Emmanuel Macron porque con las cosas de comer no se juega, aunque se levanten barricadas en la Bastilla una vez cada cuatro años y Michel Houellebecq escriba unas novelas tremendas sobre la decadencia.